10 cosas que debes saber antes de viajar a Marrakech
Marrakech es la ciudad más turística de todo el continente africano, y hace años que penetró en el ranking de los destinos más populares a nivel mundial; sin embargo, cuenta con ciertas peculiaridades que conviene conocer antes de pisar la ciudad roja.
1. Para entrar en Marrakech es necesario cumplimentar un impreso de entrada en el aeropuerto. Os recomiendo llevar un bolígrafo, ya que será un bien cotizado. En el documento deberás completar la siguiente información: apellidos (nom), nombre de pila (prénom), fecha y lugar de nacimiento (date et lieu de naissance), nacionalidad (nationalité), país de residencia habitual (pays de résidencehabituelle), profesión (profession), nº de pasaporte y fecha de expedición (nºPasseport/Date déliverance), destino (destination), dirección en Marruecos (adresseauMaroc) y motivo principal del viaje (motif principal du voyage).
2. Su moneda es el Dírham y tiene un cambio muy interesante para los europeos. Cuando viajé (agosto 2017), la proporción era de un euro, once dírham. Apenas unos días antes, había estado en Londres y ya os podéis imaginar que la relación libra-euro no fue, ni de lejos, tan atractiva. Además, todo es muy barato en Marruecos, por lo que aún podrás sacarle más provecho al dinero que pensabas invertir en el viaje. Recomendación: cambia lo justo en el aeropuerto para coger un taxi (unos 30€) y, para el resto, acude a las casas de cambio que hay cerca de la Plaza de Jamaa el Fna.
3. No debes aceptar ayuda de nadie, no se tratará de un acto altruista o solidario, sino que te pedirán dinero después. Se suelen aprovechar de los turistas desorientados que necesitan llegar a su Riad o encontrar cierto sitio del mapa. Puede, incluso, que en lugares como el zoco, intenten perderte con el objetivo de luego “ayudarte” a salir del caótico mercado. No es nada personal, para ellos es casi un oficio.
4. En Marrakech todo el mundo habla árabe y bereber como lenguas maternas, aunque el francés está casi tan extendido como estas. Eso sí, tampoco debes preocuparte mucho si lo tuyo no son los idiomas porque también controlan el español (el italiano, el portugués, el inglés…). Incluso, al otro lado del Atlas, sobre todo en el desierto, puede que confundas a algún marroquí con un paisano español.
5. No vayas a Marrakech en agosto, hace calor, pero sobre todo no vayas en julio. La mayoría de los días que pasé por la ciudad las temperaturas alcanzaron con una facilidad extraordinaria los 40 grados y “eso no es nada”, me decían. Apenas 3 semanas antes, en pleno mes de julio, habían sobrepasado los 50 grados.
6. En Marrakech se come mucho (y abundante) tajine y cus-cus. Hay muchos tipos de tajine porque realmente “tajine” hace referencia al recipiente de barro que contiene la comida (algo así como si llamaramos “puchero” o “cazuela” al cocido, la fabada, el potaje, los callos….). Te recomiendo que pruebes tantos como puedas: tajine de cordero con ciruelas, de pollo con verduras, tajine de kefta (albóndigas) con huevo… En cuanto al cus-cus, es un plato que sirven en cantidades industriales, acompañado de verduras y legumbres. Prácticamente todo lo demás está muy especiado, hazte a la idea o acabarás comiendo todos los días en un italiano.
7. Vas a pagar por ser turista, es así. Los locales, o al menos los que parecen del Magreb, no pagan nada cuando entran a ver la Medersa ben Youssef, el Palacio Bahia o las Tumbas Saadíes, por ejemplo. Tómatelo con resignación. De todos modos, las entradas cuestan unos dos euros y están bien empleados. También pagarás si quieres entrar a cualquier baño público, incluidos los restaurantes, pero tampoco es gran pérdida: un dírham (unos 10 céntimos de euro).
8. Si eres mujer no vistas muy corto, evita los shorts y los escotazos.Y no lo digo porque tema por tu seguridad, sino por tu propia comodidad. Enseñar demasiada pierna atraerá las miradas, nada sutiles, de cada hombre con el que te cruces. A ellos no les molesta ver carne, pero a ti acabará incomodándote, y mucho, que te coman con la mirada. Además, lo harán con cierta superioridad, pues no debemos olvidar la posición que ocupa, aún hoy y tan cerca de Europa, la mujer en el mundo árabe.
9. No vas a ver casi mujeres de Marruecos, y las que veas irán cubiertas. Puede que solo lleven un hiyab o, por el contrario, que vistan burka y guantes. Incluso en la playa (donde estuve en una excursión a Essaouira) , se bañarán totalmente vestidas. No vas a ver mujeres sentadas en las cafeterías y tampoco trabajando en los puestos de la plaza o el zoco, a menos que se dediquen a hacer tatuajes de henna.
10. Sentirás una falsa sensación de inseguridad por la agresividad de los vendedores, los laberínticos y oscuros callejones y la cantidad de gente (familias enteras con bebés) que pide dinero por las calles, pero no te pasará nada. Las recomendaciones son las mismas que para cuando paseas por las Ramblas de Barcelona: ten vigiladas tus pertenencias. Además, hay hasta cuatro cuerpos de seguridad en Marrakech y velan, principalmente, por los turistas.