Europa,  Reino Unido

Chester, una preciosa ciudad de cuento

Chester es una pequeña ciudad medieval enclavada en los Midlands del Este, o Tierras Medias Orientales, realmente cerca de Gales. Si vives en Liverpool o estás pasando unos días en la ciudad que vio nacer a los Beatles, Chester es visita obligada para ti. Incluso si te encuentras en Manchester te animo a acercarte a conocer esta ciudad de cuento. No te defraudará.

Centro de Chester

Chester fue fundada en el año 70 DC como la fortaleza romana de Deva Victrix y, aunque actualmente es la capital del moderno condado de Cheshire, conserva (casi) íntegramente sus murallas. De hecho, es la única ciudad de Gran Bretaña que mantiene el circuito completo, invitándote a recorrer el centro de la ciudad desde las alturas.

La arquitectura estilo Tudor de sus casas también es culpable del encanto de Chester. Pero si quieres enamorarte de verdad de este rincón de Inglaterra no dejes de hacer lo siguiente:

Visita su catedral

La impresionante catedral gótica de Chester hace la competencia a otras grandes catedrales de la zona como la de York. Todo en su interior es digno de admirar, pero me gustaría destacar especialmente su coro del siglo XIV y su patio interior, un pequeño oasis de paz. Todo gratuito (aunque se aceptan donaciones). No dejes de pasar por su cafetería.

Catedral de Chester vista desde la muralla

Camina por sus Rows

Los Rows son las galerías de origen medieval que se extienden a ambos lados de sus calles principales (Watergate Street, Eastgate Street, Bridge Street y Northgate Street). Están repletos de tiendas y son un gran aliado en los días de lluvia. Desde aquí podrás acceder también al Grosvenor Shopping Centre, el centro comercial que alberga una de las tiendas más codiciadas de Reino Unido: TKMaxx (si no la conoces, ya estás tardando).

Chester desde uno de sus rows

Fotografíate con el Eastgate O’clock

Se trata del segundo reloj más fotografiado de Reino Unido, después del Big Ben de Londres. Fue construido en 1897 y casi desde entonces miles de personas se fotografían todos los años con él. Además justo debajo (emparedada en la propia muralla) hay una tienda de ‘donuts’ riquisísima.

Eastgate O’clock

Recorre la muralla

Puedes subir desde el Eastgate O’clock o desde otros muchos puntos, pero te animo a que pasees por sus piedras y descubras desde las alturas los rincones más encantadores de la ciudad. Algunas partes de este recorrido tienen más de 2000 años. Si quieres hacerlo completo cuenta con dedicarle una hora y media (algo más si tienes la suerte de coincidir con alguno de los espectáculos de cetrería que se divisan desde detrás de la catedral).

Vistas desde la muralla

Pasea por su canales

Los canales de Chester no tienen nada que envidiar a los de Birmingham. Sobre todo si no llueve, te recomiendo caminar por ellos y dejarte embriagar por la tranquilidad. Termina el paseo en Telford Warehouse y tómate allí una pinta o un café. Te sorprenderá su  interior y te dejarán sin habla sus vistas al canal.

Canal de Chester y Telford

Acércate a la Racecourse

La racecourse es el hipódromo de Chester, y  uno de sus grandes reclamos. Según los registros oficiales, este  hipódromo de 1539 es el más antiguo aún en uso en Inglaterra y posiblemente de todo el mundo. Durante la temporada (de mayo a septiembre), la ciudad se llena de visitantes con ganas de dejar sus pounds en apuestas (y en bebida). Si tu visita coincide con uno de estos eventos, pero no quieres pagar, no te preocupes porque desde la muralla puedes ver todo el espectáculo for free.

Racecourse de Chester

Explora su anfiteatro romano

Aunque hay que ponerle bastante imaginación merece la pena pasar por las ruinas de este anfiteatro, que en su época fue el mayor anfiteatro romano construido en piedra en Gran Bretaña. Si te interesa la historia romana, no dudes en apuntarte a alguno de los diversos tours especializados que hay en Chester. Y es que no podemos olvidar que la ciudad fue la mayor fortaleza romana de Gran Bretaña.

Anfiteatro romano de Chester

Adéntrate en Grosvenor Park

Llueva o haga sol (muy raro esto último), acércate hasta este parque victoriano y da de comer a sus ardillas. Estos simpáticos animalillos están en casi cada esquina y no te será difícil atraerlos si tienes algo de comida.

Ardilla en Grosvenor Park

Grosvenor Park se extiende hasta el río Dee, te animo a que lo cruces por su famoso puente colgante, Queen’s Park Bridge, y sigas paseando por las orillas del río. Si el día lo permite, hay varias compañías que ofrecen cruceros.

Río Dee y el Queen’s Park Bridge

Escucha al pregonero en The Cross

Si viajas a Chester durante los meses de verano tendrás la suerte de conocer a uno de sus más emblemático personajes: el pregonero. Este simpático hombrecillo cuenta la historia de Chester a voz en grito todos los días a mediodía (a las 11 los días que hay carreras) en The Cross, el punto de cruce de las calles principales de la ciudad.

The Cross

Y ya que estás ahí no dejes de entrar a tomarte un café a St Peter’s Church. Esta curiosa iglesia, a la que puedes ir a misa los domingos, es una cafetería la mayor parte del tiempo y una discoteca los sábados por la noche. Que no te sorprenda, esta es la forma que tienen los edificios religiosos de financiarse, ya que en Inglaterra el Estado no da dinero a la Iglesia.

Conoce su impresionante ayuntamiento neogótico

La plaza del ayuntamiento alberga el famoso mercado navideño de Chester y su árbol de navidad en la época más mágica del año. El resto del tiempo es un lugar de paso más, aunque no está demás admirar el gigantesco ayuntamiento (e incluso visitarlo si se quiere) y encontrar la escultura de ‘Dumbo’, símbolo de otra de las grandes atracciones de Chester: su zoo.

Ayuntamiento de Chester

Y si después de hacer todo esto te has quedado con ganas de más, vuelve. Que este rincón de Inglaterra tiene mucho que ofrecer.

Un Comentario

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *