3 días en Bélgica: Bruselas, Brujas y Gante
Si no cuentas con muchos días de vacaciones pero quieres exprimirlos al máximo te recomiendo mi viaje por Bélgica: un único país, pero tres impresionantes ciudades en apenas 3 días. Eso sí, sin dejar de dejar de degustar las mejores cervezas, gofres y, por supuesto, chocolates (¿Sabías que los belgas consumen de media 15 kilos de chocolate por persona al año?).
En nuestro caso nos alojamos 3 noches en Brussels 2GO4 Quality Hostel City Centre, un hostal bueno, bonito y barato (para lo que es la capital belga), muy bien localizado a apenas 10 minutos andando del centro de la ciudad.
Día 1. Bruselas
Pasamos el primer día recorriendo Bruselas, comiendo waffles, bebiendo cerveza en el mítico Delirium Café y probando los famosos moules-frites (mejillones con patatas) en Chez Leon.
Sigue mi guía de “Un día en Bruselas” para no perderte nada y vivir la ciudad como un auténtico bruselense.
Día 2. Gante
La excursión a Gante de un día la contratamos en Civitatis por 29 euros. Una gran ventaja de este tipo de tours es que te acompaña un guía que puede explicarte cada lugar icónico de la ciudad. De todos modos, si decides ir a Gante por tu cuenta, te dejo aquí una lista de sus imprescindibles:
– La Torre Belfort es el famoso campanario de Gante y, junto con la catedral de San Bavón, y la Iglesia de San Nicolás, es culpable de que Gante sea conocida como “la ciudad de las tres torres”. Fíjate bien lo alto del campanario, allí encontrarás su famosísimo dragón, protagonista de muchas leyendas gantesas.
– El Ayuntamiento de Gante. No tardarás en darte cuenta de que se construyó en dos momentos diferentes, ya que el estilo renacentista de una parte del edificio y el estilo gótico flamígero de la otra no dejan lugar a dudas. De hecho, aunque sea una única construcción parecen dos edificios diferentes, así que te animo a caminar frente a sus dos antagónicas fachadas y decantarte por la fachada de la calle Hoogpoortstraat o la que da a Botermarkt.
– El Teatro Nacional Flamenco, construido en 1840, es actualmente el teatro municipal de Gante. Comparte plaza con la Torre Belfort y la Catedral de San Bavón por lo que no tienes excusa para no acercarte a verlo.
-La Catedral de San Bavón debe su nombre al patrón de Gante y es especialmente conocida por albergar en su interior el cuadro más robado de la historia: La Adoración del Cordero Místico, de los hermanos Van Eyck. Aunque la entrada a la catedral es gratuita, ver el original de esta obra cuesta 4 euros. No obstante, hay una réplica a escala pintada con lupa y pincel de un pelo (os podéis imaginar el detalle) sin coste alguno. También hallaréis dentro de la catedral una obra de Rubens, La Entrada en el Monasterio de San Bavón.
– Korenmarkt es la principal plaza de la ciudad y, por ello, siempre está llena. Antiguamente era aquí donde se llevaba a cabo el mercadeo del trigo, de ahí que la traducción a su nombre sea ‘Mercado de grano’. Destacan en esta animada plaza la Iglesia de San Nicolás y el edificio de la oficina de correos.
-La Iglesia de San Nicolás debe su nombre al patrón de los comerciantes, San Nicolás de Bari, ya que gracias a la solvencia de estos pudo erigirse en siglo XIII, sobre un antiguo templo incendiado. Como curiosidad te diré que San Nicolás de Bari es ‘Papá Noel’ o ‘Santa Claus’, por lo que ahora sí que sí no puedes irte de Gante sin visitar la Iglesia de Papá Noel que, además, es gratuita.
-Las históricas casas gremiales las encontrarás repartidas tanto en la plaza del Korenmarkt como a lo largo de la orilla del río Lys. El puente de San Miguel ofrece las fotografías más icónicas de Gante, con las calles Graslei (Muelle de las hierbas) y Korenlei (Muelle del grano) como protagonistas. Te animo a que busques el Hotel Marriott y localices en su fachada dos cisnes. Dicen que si estos se miran representan el amor, pero que si se dan la espalda (como es el caso) simbolizan el deseo. Efectivamente, ya has dado con el burdel de la época.
La fachada del número 11, en la calle Graslei, está considerada la fachada escalonada más antigua del mundo y funcionó como almacén de grano desde 1200 hasta 1734.
-La Lonja de la carne de Gante ya no funciona como tal, sino que ahora es un restaurante con forma de barco invertido que bien merece que le eches un vistazo. La decoración tampoco tiene desperdicio, ya que del techo tienen colgados jamones de Ganda, es decir, el jamón serrano belga.
– El Dulle Griet es un impresionante cañón medieval del siglo XV con un peso aproximado de 12 toneladas y media. Solo fue disparado una vez y sin gran éxito, ya que el proyectil no alcanzó ni el metro de distancia.
– La Plaza del mercado de los viernes y el monumento a Jacobo Artevelde, conocido en Gante como el “hombre más sabio” porque consiguió solucionar los problemas entre Inglaterra y Bélgica en relación a la industria textil de la época. Por su parte, la plaza es la más antigua de la ciudad, cuenta con más de siete siglos de vida, y aún celebra viernes y sábados un gran mercado.
-El Castillo de los Condes de Flandes es uno de los monumentos más visitados de Gante y una de las fortalezas mejor conservadas de Europa. Si cuentas con algo de tiempo el precio de la entrada general son 10 euros. Nosotros no pudimos visitarlo por dentro, pero nos consta que es altamente recomendable.
– La Antigua Lonja del Pescado se encuentra en la plaza Sint-Veerleplein y actualmente funciona como oficina de turismo. No obstante, no es difícil adivinar su pasado si te fijas en la imponente escultura del Rey Neptuno en su fachada.
-La Calle de los Graffitis es un colorido callejón que no deja a nadie indiferente. Nosotras dimos con ella de casualidad y menos mal, porque tiene un encanto muy particular que no me habría gustado perderme. Eso sí, si eres un amante del street art Gante tiene mucho que ofrecerte. Descárgate este PDF y localiza las mejores obras de arte urbano de la ciudad.
A nosotras Gante nos recibió con lluvia, pero has de saber que en general en Bélgica es habitual que vivas las cuatro estaciones en un mismo día. Así pues, aunque iniciamos el recorrido con paraguas, hubo momentos de auténtico bochorno, seguidos de mucho aire y después frío. Prepárate para volverte loco haciendo la maleta, pero no olvides el paraguas: en Bélgica llueve 199 días al año.
Día 3. Brujas
Igual que para Gante (y por el mismo precio), la excursión a Brujas la reservamos a través de Civitatis. El tiempo nos dio tregua en esta ocasión y pudimos disfrutar de esta ciudad de cuento y sus canales en una jornada primaveral.
Por aquí tienes una lista de todo lo que no te puedes perder en tu paso por esta ciudad Patrimonio de la Humanidad desde 2016:
-El Lago del Amor o Minnewater (Minne en neerlandés es amor) te dará la bienvenida a Brujas. Se trata de uno de los rincones más románticos de Brugges y, no en vano, uno de los más visitados. Tanto el origen de su nombre, como el de los cisnes que surcan sus aguas, están salpicados por increíbles leyendas. Te invito a leerlas antes de continuar tu ruta por Brujas.
-El Beguinario o beaterio es un encantador recinto que ya en la Edad Media estaba habitado por las beguinas, mujeres estudiosas que sin necesidad de formar parte de ninguna orden religiosa se retiraban a vivir a este complejo para trabajar y ayudar a los necesitados. El hecho de que hicieran su vida como mujeres libres, sin marido (la mayoría eran viudas de guerra), provocó que muchas fueran perseguidas como brujas, llegando incluso alguna a ser condenada a morir en la hoguera.
Este beaterio fue fundado en 1245 y, aunque la última beguina abandonó el lugar en 1927, actualmente sigue ocupado, ahora por monjas benedictinas. Y es posible visitarlo todos los días de 6’30 a 18’30 horas. Se trata de una visita gratuita y altamente recomendable, ya que este enclave situado a pocos metros del lago Minnewater, y casi a las puertas del medieval casco histórico de Brujas y sus canales, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
-El callejón de la Estufa (Stoofstraat) es la segunda calle más estrecha de Brujas y en la Edad Media albergaba los populares “baños públicos” con los que se pretendían solucionar los graves problemas de higiene que asolaban a la población de la época. En la actualidad, se ha convertido en una de las calles más turísticas de la ciudad, pudiendo encontrar en este callejón recuerdos de todo tipo de nuestro paso por Brujas.
-El Hospital de San Juan es considerado uno de los recintos hospitalarios más antiguos de Europa. De hecho, recuerda a una Iglesia porque al ser uno de los primeros hospitales en construirse no se contaba con referencias sobre cómo debían ser y tomaron de ejemplo una parroquia medieval. Como curiosidad te diré que el primer tratado de enfermería fue escrito por las beguinas.
-La Iglesia de Nuestra Señora María de Borgoña alberga múltiples e interesantes tesoros en su interior. Entra y descubre los sepulcros del duque de Borgoña, Carlos el Temerario, y de su hija, María de Borgoña y de Brabante, así como el corazón de Felipe el Hermoso y la única obra que salió de Italia estando aún vivo Miguel Ángel, Virgen con el Niño o Madonna.
-Tras la iglesia, encontrarás el busto de Juan Luis Vives, famoso filósofo y humanista valenciano, padre de la psicología moderna. Sencillo y sin pretensiones su imagen se encuentra en uno de los enclaves más populares de Brujas, muy cerca del puente de San Bonifacio.
-El puente de San Bonifacio o Bonifaciusbrug es el escenario favorito de miles de turistas que cruzan por él cada día. Si puedes hacerte un hueco en este concurrido puente podrás disfrutar de uno de los lugares más románticos de esta bella ciudad flamenca. Resulta curioso que este puente de “reciente” construcción (1910) sea el que nos acerca a algunas de las construcciones más antiguas de la ciudad.
Eso sí, no te alejes mucho sin hacer una ruta por los canales. Son 10 euros por persona y es imprescindible si quieres conocer la verdadera esencia de “la Venecia del norte”. Te recomiendo tomar la barca en el Muelle del Rosario, probablemente el rincón más fotografiado de Brujas. Sus vistas son de postal.
-La plaza de los curtidores, es una pequeña pero muy viva plaza donde en la Edad Media se encontraba el gremio de los curtidores. En la actualidad acoge a todo tipo de artistas y se encuentra abarrotada de restaurantes y terrazas donde comer típica comida belga.
– La Grote Markt o Plaza Mayor de Brujas, es la plaza principal de la ciudad y en su más de una hectárea se encuentran algunos de los monumentos más reconocidos de Brujas como la Torre Belfort (366 escalones y 12 euros para disfrutar de una de las mejores vistas de la ciudad), el museo de la ciudad, el Gobierno de Flandes occidental, el museo de la cerveza y, por supuesto, las famosísimas casas gremiales de colores icono de Brujas.
-Conectada por la calle Breidelstraat, encontramos la plaza Brug donde hallaremos otras joyas arquitectónicas como el Ayuntamiento de Brujas (se puede visitar por 6€), el archivo municipal (antiguo Palacio de Justicia) y la Basílica de la Santa Sangre, donde todos los días a las 14 horas se exhibe un trozo de tela con lo que dicen que es sangre de Cristo.
Para recuperarte de tres intensos días descubriendo Bruselas, Brujas y Gante no dejes de disfrutar del chocolate belga, su cerveza y sus patatas fritas. Tres básicos para recobrar la vitalidad antes de volver a casa.
Un Comentario
Emma
Un post muy interesante. Gracias por la información. Reciba un cordial saludo.