Un día en Bruselas
Conocer la capital belga en un día es posible, así que si no cuentas con más de 24 horas para disfrutar de Bruselas no te preocupes. Aquí te dejo una lista de sus ‘imprescindibles’ y, por supuesto, te incluyo los mejores locales para degustar gofres (waffles) y beber cerveza.
Atomium
El Atomium es el icono de Bruselas por excelencia. Lo que es la Torre Eiffel para París es este monumento para la capital belga. Fue creado para la Expo de 1958 y desde entonces miles de personas se fotografían diariamente con este gigantesco átomo de más de 100 metros de altura.
Representa un cristal de hierro ampliado 165 mil millones de veces y en varias de sus esferas encontrarás desde restaurantes hasta exposiciones temporales. Si merece la pena subir o no, dependerá del tiempo que tengas para conocer la ciudad. En mi caso, preferí fotografiarme buscando la ilusión óptica y ahorrarme los 12 euros de la entrada al Atomium.
Te aconsejo que visites el Atomium a primera hora de la mañana, ya que es el monumento más alejado del centro de Bruselas. Así tendrás el resto del día para seguir la ruta que te dejo a continuación.
Grand Place
Toda buena ruta que se precie por Bruselas debe empezar por esta impresionante plaza que Víctor Hugo calificó como la más bella del mundo.
Ya en el siglo XV empezaba a perfilarse lo que hoy conocemos como la Grand Place, gracias a la construcción del mercado de abastos y varias casas gremiales; sin embargo, en 1695 quedó totalmente destruida tras un bombardeo francés. Eso sí, tan solo 5 años después, la plaza, como si de un ave fénix se tratara, renació de sus cenizas.
Hoy podemos disfrutar de esta imponente plaza y sus majestuosos edificios de diferentes estilos. Fotografíate con las populares casas gremiales, adéntrate en el famoso Museo de Historia y observa la imponente y asimétrica fachada del Ayuntamiento.
La estatua de Charles-Everad
Esta estatua de bronce es otro de los grandes distintivos de Bruselas. Aunque es menos conocido que el Manneken Pis, cientos de turistas hacen cola diariamente para tocar a este personaje que murió por proteger a la ciudad.
Dicen que si recorres su cuerpo de cabeza a pies volverás a Bruselas en la misma compañía, si lo haces a la inversa cambiará tu acompañante de viaje y si tocas al perro encontrarás el amor en un/a belga. Pero si lo que quieres es suerte, tienes que encontrar al ratón.
Maison Dandoy
A apenas unos metros de la Grand Place y la estatua de Charles-Everad, y en dirección al Manneken Pis, te cruzarás con una de las gofrerías más famosas de Bruselas. Dicen que aquí hacen los mejores gofres y, aunque obviamente no probé todos (en esa misma calle hay más de diez locales que venden ‘waffles’), sí puedo confirmar que los de aquí fueron los que más nos gustaron.
Hay dos tipos de gofres: el de liège, que lleva azúcar en la masa, y el de ‘Bruselas’, mucho más ligero. Os recomiendo que probéis el primero solo con azúcar glas, es como lo toman los belgas y como mejor se aprecia el sabor del gofre. Cuesta 5’50€. Si prefieres echarle mil y un toppings te aconsejo que vayas hasta Le Funambule (en la misma calle) y elige el que más te guste, porque tienes varias decenas de combinaciones expuestas para irte abriendo apetito. Además, es mucho más barato que Maison Dandoy y casi tan rico.
Manneken Pis
La emblemática estatua del niño meón mide poco más de medio metro y es probable que te lo encuentres disfrazado (tiene hasta la fecha -mayo 2019- 1022 trajes). Actualmente, en la calle L’Etuve encontrarás una réplica, ya que tras varias desapariciones se decidió poner el original bajo custodia.
Hay muchas leyendas al respecto de esta escultura, las más populares hacen alusión a un niño que consiguió evitar el incendio de la ciudad meando sobre una antorcha o la mecha de una bomba. También hay quien cuenta que el Manneken Pis acabó así tras la maldición de una bruja a la que el niño había meado en la puerta de su casa. O que se trata de la escultura de un niño que, tras ser buscado durante cinco días por su familia, fue encontrado haciendo pis de lo más tranquilo. Una graciosa historia que el padre mandó inmortalizar. ¿La verdad? Se desconoce.(
¡Por cierto! No dejes de buscar a Jeanneke Pis, la versión femenina de nuestro niño meón. La encontrarás en la calle del Delirium Café y muy cerca de Chez Leon, el mejor restaurante para probar el tipiquísimo plato belga de mejillones con patatas fritas.
Barrio de Sablon
Muy cerca del centro se encuentra uno de los barrios más bonitos de Bruselas: Sablon. Aquí encontrarás las chocolaterías más famosas y exclusivas, como Godiva o Pierre Marcolini. E importantes monumentos como la iglesia Notre-Dame du Sablon o el Palacio Egmont (actual Ministerio de Exteriores), en cuyos jardines encontrarás la también popular estatua de Peter Pan.
Acércate hasta Place Poelaert para obtener una de las mejores vistas de la ciudad y visitar el “siempre en obras” Palacio de Justicia. Este enorme edificio lleva vestido de andamios desde 1982, y aunque previsiblemente las obras finalizarán en 2028, no son pocos los bruselenses que prefieren que mantenga su estado actual. Parece que sus andamios son ya casi tan famosos como el mastodóntico edificio que rodean.
Palacio Real de Bruselas
Este palacio es sede la monarquía belga, aunque desde hace más de un siglo la residencia real no es esta sino el Palacio de Laeken, a las afueras de Bruselas, cerca del Atomium. Si quieres saber si el rey está en el Palacio Real debes fijarte en si la bandera que preside el edificio está alzada, si es así el monarca se encuentra dentro.
Yo no pude visitarlo, ya que solo está abierto al público del 21 de julio (fiesta nacional) a mediados de septiembre, pero si tienes suerte de visitar Bruselas en estas fechas, no dudes en recorrer sus estancias. Es gratis.
Museo de los Instrumentos
Si eres un amante de la música no puedes dejar de visitar este museo que tiene expuestos más de 7000 instrumentos musicales diferentes, algunos incluso de la Edad Media. Aunque no estés interesado te recomiendo que te acerques hasta aquí, ya que el museo está ubicado en el edificio de los antiguos almacenes Old England, una joya arquitectónica. Su fachada es uno de los ejemplos más bellos del Art nouveau.
Mont des Arts
Mont des Arts es el mirador más famoso de la capital belga y el lugar ideal terminar tu recorrido por Bruselas y disfrutar de un precioso atardecer. Si tienes suerte, algún artista callejero pondrá banda sonora a un mágico momento.
De aquí puedes ir a tomarte una merecida cerveza al Delirum Café, la cervecería más famosa de Bélgica. Los belgas beben una media de 75 litros por persona al año, es normal que les encante Delirum, que cuenta con más de 3200 tipos diferentes.
Por último, vuelve a la Grand Place, por la noche es, aún si cabe, más impresionante.
Un Comentario
GonTraveler
Que bonita ciudad! Muchas gracias por todos los datos para poder aprovechar la visita!