Termas de Bucarest: ¿merecen la pena?

Las termas de Bucarest (no confundir con las de Budapest) son un espacio intermedio entre unas termas tradicionales y un auténtico parque acuático.  Si estás pasando unos días por la capital de Rumanía quizá te plantees visitarla, ya que es un atractivo turístico más de la ciudad, pero antes de lanzarte a la piscina (y nunca mejor dicho) debes tener en cuenta algunas cuestiones.

Están retiradas del centro

Las termas de Bucarest no se encuentran cerca del centro de la ciudad, por lo que si cuentas con el tiempo justo puede que desplazarte hasta allí, más el tiempo que pases dentro (normalmente unas 3 horas), te limite mucho para ver otras cosas.

Hay un autobús gratuito para ir, con 7 paradas desde la Piața Romană, y con una duración de aproximadamente 35 minutos; sin embargo, los horarios de este autobús son algo limitados por lo que nosotros decidimos pedir un Uber. Obviamente, no nos salió gratis, pero gracias al cambio de moneda (muy interesante para quienes manejamos el euro) nos costó el trayecto poco menos de 10 euros desde el centro.

Muy concurridas los fines de semana

También es importante señalar que tu experiencia no será la misma si visitas las termas entre semana, especialmente en horario laboral, o lo haces en fin de semana. La verdad es que yo había leído muchas opiniones en internet sobre este lugar y me echaban para atrás la cantidad de comentarios que criticaban el exceso de gente y ruido que impedían poder relajarse un mínimo.

Por suerte, nosotros visitamos las termas un martes por la mañana (11:00-14:00) y prácticamente teníamos el recinto para nosotros. Pudimos descansar y relajarnos en las diferentes piscinas y saunas sin mayor problema. Además, nuestro viaje coincidió con el final del invierno, aún frío en Rumanía, por lo que pudimos disfrutar aún más si cabe de los espacios exteriores. Es toda una experiencia ver nevar mientras tú estás sumergido en termas de agua caliente.

¡Cuidado si viajas en verano! Seguramente esté masificado (independientemente de que sea lunes o sábado) y el calor, tanto interior como exterior, puede enturbiar tu descanso.

Barato

La verdad es que Rumanía es su conjunto cumple a la perfección con las 3B: bueno, bonito y barato. Y las Termas de Bucarest no iban a ser menos. El complejo es enorme, bien cuidado y con precios muy asequibles. Nosotros pagamos por la zona Palm, que incluía también el espacio Galaxy,  gracias al carnet de estudiante (que ni miraron) 39 Lei por 3 horas. En la web pone que debieron ser 49 Lei, pero una señora muy amable nos explicó que nos iba a salir por menos por algún motivo que no entendimos. Nosotros pagamos, cogimos el folleto garabateado por la recepcionista y entramos.

La única zona a la que no podíamos pasar era la Elysium, que pretende ser un espacio más exclusivo y que no tengo claro que merezca realmente la pena.

Tampoco hicimos gran uso del área Galaxy, ya que funciona realmente como un parque acuático con toboganes y piscinas, más orientado para niños, que entroncaba bastante con nuestro plan de descansar tras varios días de turismo por Rumanía.

Zona Palm

El espacio conocido como Palm, como consecuencia de las decenas de palmeras que decoran este recinto casi tropical, es el que realmente merece la pena de todo el complejo. Cuenta con piscinas termales, jacuzzis, camas de masaje, bar en la piscina… todo orientado a procurarte la máxima relajación. Además, los niños menores de 16 años no puede acceder a él, por lo que no deberás preocuparte de tener que lidiar con los, a veces molestos, juegos de los más pequeños en las piscinas.

Ahora que ya conoces los pros y contras de visitar las Termas de Bucarest, tú decides si te animas a conocerlas o lo dejas para otra ocasión.