Dónde comer en Madrid como un madrileño

No es un secreto para nadie que en Madrid puedes encontrar restaurantes para todos los gustos. Más caros, más baratos, tradicionales o de vanguardia, y es que desde la gastronomía italiana hasta la keniata encuentran su sitio en la capital de España. Sin embargo, aquí te dejo una lista de los lugares que yo, como madrileña, más frecuento. Son buenos, son baratos y algunos son hasta bonitos.

El Tigre

Todos los madrileños conocen El Tigre y, sin duda, es mi lugar favorito para llevar a quienes aterrizan por primera vez en Madrid. Cada bebida en El Tigre viene acompañada de comida, mucha. Croquetas, tapas de tortilla o jamón, patatas fritas, muslitos de pollo y hasta paella. Si eres de Andalucía, no te sorprenderá este sistema de pagar por una bebida y recibir (abundante) comida for free. Pero si eres del norte… ¡vas a flipar! Vale, es cierto que la calidad no es la de un pintxo pero oye ¡es gratis! Eso sí, su fama le precede y siempre está muy concurrido. Si estás haciendo turismo por la mañana ve a la hora del vermut (sobre las 12 o 1 del mediodía), sitio garantizado. Si tu plan es pasarte de ‘tardeo’ y alargar hasta el cierre más allá de la medianoche te tocará estar de pie pero, aun así, merece la pena.

La Buha y el Búho (también La Bua y El Buo)

Estas tabernas que puedes encontrar tanto en Chueca como en La Latina tienen unas tortillas de patatas increíbles. Y no hablo solo de su sabor, sino también de su tamaño. Mi favorita es la tortilla rellena de queso de cabra y cebolla caramelizada, pero hay muchas más. Además, te recomiendo que pruebes la morcilla y los huevos rotos con chistorra. Sin duda, no es una parada para comer ligero, pero seguro que no te arrepientes de probar una de las mejores tortillas que has comido en tu vida.

Mercado de San Ildefonso

Este original mercado gastronómico está localizado en pleno Malasaña y a lo largo de sus tres plantas puedes encontrar  desde comida asiática hasta venezolana. El Mercado de San Ildefonso nace del concepto ‘street food market’, más propio del Camden londinense que de Madrid, pero raro es el madrileño que no haya pasado por allí. Su comida es de grandísima calidad, pero lo mejor es el ambiente. Te recomiendo que te pases por allí incluso si no quieres comer. Con suerte encontrarás un hueco en alguna de sus terrazas y te empaparás de la mejor de las atmósferas.

Además, si te gustan los mercados no puedes dejar de ir al Mercado de San Miguel y al Mercado de San Antón, ambos muy diferentes al Mercado de San Ildefonso pero, sin duda, altamente recomendables.   

Docamar

Esta taberna tiene las que para mí son las mejores patatas bravas de Madrid. Y aunque yo no soy una experta, debo de estar en lo cierto porque este mítico local siempre está lleno. Si tienes tiempo y no quieres perderte esta castiza tapa con su famosa salsa secreta acércate hasta el metro Quintana y pide una ración (o dos).

Por cierto, pican un poco así que que no se te olvide acompañarlas con una cerveza o un buen tinto de verano.

La Campana

El bocadillo de calamares es típico de Madrid y, si bien es cierto no es algo que consumamos habitualmente, no puedes irte de la capital sin haberlo probado. Así que ahí va mi recomendación: La Campana.

Dicen que este pequeño local vende los mejores bocadillos de calamares de Madrid, y por su localización (justo al lado de la Plaza Mayor) y su precio (3 euros)  bien merece la pena que te acerques a comprobarlo tú mismo. Eso sí, siempre está lleno y puede llegar a ser muy agobiante consumir dentro, así que si quieres, y el tiempo lo permite, yo no dudaría en ir a la Plaza Mayor  o incluso a la Plaza España a comérmelo.

Y como el refranero español pocas veces se equivoca, “en casa del herrero cuchillo de palo”, ¿y con esto qué quiero decir? Pues que pese a que tenemos lugares increíbles donde degustar auténticos manjares de la gastronomía madrileña, como el cocido o los callos, lo cierto es que cuando los madrileños hacemos planes sin grandes pretensiones, solo con la idea de disfrutar de unas cervezas con los amigos, es fácil recurrir a La Sureña o el 100 Montaditos.  Medio bueno, bonito y barato.